Hoy traemos una receta, una actividad muy Montessori enmarcada en las actividades de vida práctica.
Introducción
Cocinar, además de aumentar la autonomía personal en la alimentación, incluye pequeñas actividades como preparar, trasvasar, untar, cortar… relacionadas con la psicomotricidad fina. En niños mayores, también sirve para trabajar conceptos como las medidas o las reacciones al mezclar, calentar y enfriar.
Desde que Laia empezó a ponerse de pie, con unos 9 meses, le hicimos una torre de aprendizaje y siempre que ha sido posible ha participado en la cocina. Al principio se dedicaba a probar los ingredientes y a jugar con cubiertos, pieles de vegetales, pasta cruda… pero con el paso de las semanas le fueron interesando más los procesos. Con unos 20 meses ya vierte, empieza a mezclar con estilo y a hacer sus intentos de untar y cortar con cuchillos o cortadores. Siempre supervisada y acompañada.
Otro aspecto positivo de su participación en la cocina es que va conociendo los ingredientes y la elaboración de primera mano, importante para que tenga una buena alimentación. También nos parece crucial para su alimentación que participe en las compras y el blw.
Receta
Ingredientes:
Para la masa:
- 2/3 vaso de agua
- 1/3 vaso de aceite
- 1 cucharadita de levadura química (no es imprescindible)
- pizca de sal (no es imprescindible, de hecho ya no le ponemos en casa)
- 1 cucharadita de orégano
- harina (nosotros la usamos integral, pero se puede hacer con refinada)
Para el relleno (éste hemos puesto nosotras):
- Salsa de tomate (mejor casera)
- Queso en lonchas y/o queso rallado. Asegúrate de que solo es queso y no un preparado lácteo.
- Jamón cocido. Conoce poco al cerdo, pero a veces es muy socorrido (en Aldi hay con 96% de carne, siempre mejor que los de 80%…). Sustituible por la opción sana de pechuga de pollo.
Elaboración:
- Precalentar el horno a 150°C.
- Poner en un bol el agua, el aceite, el orégano y la sal. Luego, ir añadiendo harina y la levadura y mezclar hasta que la masa no se pegue a los dedos. Se puede empezar poniendo un vaso de harina y mezclando con una cuchara para que no se pegue a los dedos y cueste menos lavarse las manos.
- En una llanta para el horno poner papel para hornear y extender la masa presionando con las manos o con ayuda de un rodillo.
- Rellenar. En este caso hemos puesto la salsa de tomate, el queso en lonchas, el jamón york, el queso rallado y un poquitín más de orégano por encima.
- Hornear unos 30 minutos y a disfrutar.
Teníamos tanta hambre que se nos olvidó la foto después de horneada 😅
La participación de los peques depende de lo acostumbrados que estén a cocinar y de sus habilidades, hay que seguir al niño. En nuestro caso (tenía 20 meses) vierte los ingredientes en el bol, empieza a mezclar con la cuchara (mientras mezcla prueba la pasta y dice «mmmmm», que le da calidad al proceso), ayuda a extender la masa con las manos (y le hace agujeritos, quita de un sitio para poner en otro o para catarlo y confirmar con su «mmmmm» que no ha caducado todavía), extiende tomate con el dorso de una cuchara (y sigue catando con más ansia, que el tomate es mejor que la pasta) y parte y reparte queso y jamón.
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¿Cocinas con los peques? ¿También van probando? ¿Alguna receta preferida?Espero que te haya gustado el post.
¡Hasta la próxima!