En el momento en que decidimos ponerles alguna película a nuestros peques empezamos a recordar las de nuestra infancia pero no siempre las vemos apropiadas. Entonces revisamos las películas actuales y no sabemos por dónde empezar… Yo sugiero empezar con Vaiana y en este post te explico el por qué. Continuar leyendo «Película para niños: Vaiana»
De la cuna al conteo. Aprendiendo a reconocer cantidades
Ir de la cuna al conteo no es recitar nombres de número.
Aprender los números es como aprender las letras, como padres nos llena de orgullo. Así, cuando recitan del 1 al 10 por primera vez, nos parece la niña más lista y más bonita del mundo (y somos objetivos, somos sus padres…)
¿Con qué edad empezó a contar el tuyo? ¿Y a reconocer números? ¿18 meses? ¿2 años? ¿O más adelante?
Muchos peques reconocen algunos números escritos antes de empezar a hablar. Puedes preguntarles “¿Dónde está el 1?” y te lo señalan, aunque también puede que te señalen un palo en lugar del 1.
También los hay que con 18-24 meses “cuentan” hasta 10. Eso sí, no les digas dame 8 mandarinas, porque no saben, pero de 1 a 10, de carrerilla… ¿Por qué pasa esto? No es que se confunda, somos nosotros que confundimos su momento evolutivo con otro que todavía no ha llegado, igual que nos pasa cuando están aprendiendo a moverse.
Vamos a ver cómo llegan a la fase de conteo y reconocimiento real de las cantidades. Las edades, como siempre, son orientativas.
Continuar leyendo «De la cuna al conteo. Aprendiendo a reconocer cantidades»Montessori sí es…
Antes de este post publiqué un texto que gustó bastante sobre algunas cosas que se leen sobre Montessori y no son ciertas: «Montessori no es«.
Antes de empezar a leer ten en cuenta que no soy Guía Montessori, «solo» soy mamá que cría y enseña en casa, y leo mucho, muchísimo. Lo que expongo aquí son mis conclusiones y agradezco cualquier puntualización y comentario sobre ellas hecho con respeto.
Montessori sí es…
- Un método científico.
- Para todos.
- Respetuoso.
- Aplicable por todos.
- Útil con cualquier niño.
- Para aprender mejor.
- Un método con normas.
Montessori no es…
Muchas veces leo consultas sobre la pedagogía Montessori que me hacen pensar que no se comprende demasiado bien qué es. Por eso, y aunque seguro que ya se ha escrito sobre ello, comparto este post, que hace tiempo quería escribir, y probablemente haga otro sobre lo que sí es Montessori. Continuar leyendo «Montessori no es…»
Por qué no me gusta el Día de la Paz
Desde cuándo se celebra
Hoy, 30 de enero, se celebra en muchos centros escolares el Día Escolar de la No Violencia y la Paz. Es una jornada creada por Llorenç Vidal, poeta mallorquín, en 1964, para dar apoyo a una educación no violenta. Se celebra este día en conmemoración de la muerte de Mahatma Gandhi. Continuar leyendo «Por qué no me gusta el Día de la Paz»
Cómo estamos cambiando nuestra alimentación
¿Cómo está yendo la Navidad? ¿Muchos excesos? Imagino que los peques de la casa también, es la época… Pero ¿y al volver a la normalidad? ¿Y si los excesos navideños solo han sido por los turrones y en el día a día incluimos cosas que sabemos que no deberíamos? ¿Cómo cambiamos nuestra alimentación?
Bueno, espera, igual no te planteas cambiar nada porque te parece exagerada la preocupación que tienen algunos por la comida sana, si hemos llegado hasta aquí no puede ser tan grave… ¿Seguro? Yo te dejo un par de datos por aquí, por si estás dudando y te ayudan a decidirte: Continuar leyendo «Cómo estamos cambiando nuestra alimentación»
Nuestra Navidad con niños y sin mentiras
Este es un post que puede herir sensibilidades y, aunque esa no es mi intención, lo publico para compartir cómo vivimos nuestra Navidad con niños y sin mentiras.
Sé que otras blogueras piensan parecido y han publicado sobre ello, recibiendo, en algunos casos, ataques personales por un tema que no hace daño a nadie.
Decir algo distinto a la verdad es mentir
Continuar leyendo «Nuestra Navidad con niños y sin mentiras»
Reseña – Cómo educar con firmeza y cariño
Su autora es psicóloga, educadora, madre de 7 y autora o coautora de 18 libros enmarcados en la misma temática.
Puede parecer un rango de edad muy amplio, pero los conceptos de disciplina positiva son aplicables a todas las edades y, aunque las herramientas difieran ligeramente según las capacidades que van desarrollando, todos quieren sentir que se les tiene en cuenta y que son importantes.
A lo largo del texto repite varias veces que un niño que se porta mal es un niño desanimado, y que nosotros, como adultos, debemos ser capaces de leer entre líneas y ayudarlos a que recuperen ese ánimo perdido, siempre desde el respeto mutuo, lo que excluye cualquier tipo de castigo.
En cuanto a los castigos, es importante mencionar las consecuencias lógicas, que difieren de las naturales porque estas segundas ocurren sin intervención, mientras las lógicas requieren de un acuerdo previo. Por ejemplo, la consecuencia natural de no recoger los juguetes es que están desordenados, o que alguien tenga un accidente si tropieza con ellos; la consecuencia lógica sería meter los juguetes que queden sin recoger en una caja y recuperarlos pasada una semana. Para que la consecuencia lógica no sea un castigo, tiene que ser respetuosa, razonable, relacionada con el hecho que la provoca y revelada con antelación; si no cumple uno de estos puntos, se convierte en castigo, por lo que lo ideal es reducir su uso al mínimo, priorizar las consecuencias naturales y centrarse en la resolución de conflictos.
Explica la autora que el comportamiento de los niños suele deberse a uno de los cuatro objetivos erróneos (llamar la atención, lucha de poder, venganza o incapacidad) pero que el objetivo real detrás de estos es el de sentirse valorados.
Hacia el final del libro habla también de los objetivos erróneos de los adultos, que tampoco somos perfectos, y si trabajamos sobre nosotros mismos, sobre nuestras creencias y actitudes, es muy probable que mejore la relación que tenemos con los pequeños.
Para conseguir colaboración por parte del niño y mejorar así la convivencia, propone:
- Tratar los temas importantes en reuniones familiares o reuniones de clase.
- Dedicar tiempo especial a cada niño y a la familia en conjunto, planeando actividades que nos gusten.
- Proponer y pactar las soluciones entre todos, no hacerlo por votación porque da la sensación de vencedores y vencidos.
- Ganarse al niño, no ganar al niño. No debe quedarle sensación de perdedor, sino actuar por decisión propia.
- Centrarse en los aspectos positivos de la conducta y en los resultados a largo plazo.
- Buscar soluciones, no culpables ni consecuencias que pueden convertirse en castigos.
- Implicar a los pequeños en la búsqueda de soluciones.
- Escucharlos para que te escuchen, pero como en todo, primero hay que dar ejemplo. Igual pasa con el respetarles para que te respeten.
- Usar preguntas de curiosidad (sinceras, no buscando respuestas cual poli malo). Son preguntas del tipo: ¿Qué crees que podemos hacer para…? ¿Cómo crees que se ha sentido cuando…?¿Te sentirías mejor si…?
- Hablar desde el yo, no desde el tú. Es mejor decir «Me disgusta tropezarme con los juguetes al entrar en el salón, ¿qué crees que podemos hacer para que yo me sienta mejor?» en lugar de «Eres una desordenada, mira todos esos juguetes por el suelo»
- La pausa positiva: desde mi punto de vista es arriesgado confundirla con el rincón de pensar. El objetivo es que todos los implicados en un conflicto estén calmados antes de buscar soluciones, aunque en el libro propone que haya un lugar al que se pueda invitar al niño a retirarse, o al que se puede retirar el adulto, es un tipo de mesa de la paz Montessori. A mí, personalmente, me parece bien que exista ese rincón o mesa de la paz, pero el hecho de invitarlos a acudir cuando estamos inmersos en un conflicto creo que puede hacerlo parecer un castigo y prefiero decirle a la niña «Cuando las dos estemos calmadas, lo hablamos, ahora no estoy en condiciones de hacerlo».
Creo que uno de los puntos a destacar de todo el texto es la siguiente frase: Los niños se portan mejor cuando se sienten mejor. Es un buen resumen a recordar cuando estamos saliendo de nuestras casillas, porque salimos, no nos sacan ellos, por mucho que duela y por muchas cosas que se nos remuevan, cuando no controlamos la situación nos aferramos a lo que aprendimos en nuestros primeros años de vida, y a la gran mayoría de nosotros nos educaron pensando que para que lo hiciéramos bien, teníamos que sentirnos mal. No carguemos a la siguiente generación con esta losa.
¿Habéis leído el libro? ¿Y algún otro sobre disciplina positiva? Os espero en comentarios y en redes sociales 😉
Puedes comprarlo a través de Amazon en este enlace.
Un abrazo y hasta el próximo post.
Aquí no hay Halloween
En esta casa no hay Halloween… Te cuento cómo vivimos la fiesta de Halloween, que se celebra la noche del 31 de octubre, víspera del día de Todos Santos, y por qué lo hacemos así. Continuar leyendo «Aquí no hay Halloween»
Reseña: Una passejada pel parc (Un paseo por el parque)