En esta casa no hay Halloween… Te cuento cómo vivimos la fiesta de Halloween, que se celebra la noche del 31 de octubre, víspera del día de Todos Santos, y por qué lo hacemos así.
¿Aquí no hay Halloween?
Algunas personas consideran esta fiesta una intrusa o «poco de aquí» y que desplaza tradiciones propias, y otras pueden verla como una manera de evitar celebraciones religiosas manteniendo las fiestas.
Tanto si lo llamamos víspera de Todos Santos, como Halloween, o Samhain (y seguro que hay tantos nombres como idiomas), nos referimos al mismo día, y en todos los casos es una festividad que hace cierta referencia a la muerte, al final, y junto a ello a un nuevo principio. El origen es precristiano y, como en muchos otros casos, se cristianizó la fiesta.
¿Por qué no lo celebramos nosotros?
En casa no lo celebraremos (año 2017) porque a Laia, con sus casi 3 años, le da miedo.
Cuando empezamos a ver decoración de Halloween ella preguntó. Le explicamos que era para una fiesta en la que la gente se disfraza y que parte de la gracia era decorar con lo que veía: telarañas, arañas, fantasmas, calabazas… A ella no le hizo ninguna gracia. Le da miedo la decoración, los disfraces, los sustos… Hace meses, desde la mudanza, le da miedo la oscuridad porque piensa que hay monstruos (¿Conoces el cuento Yo mataré monstruos por ti?) y no creemos que una fiesta en la que aparece tanta fantasía y seres que asustan sea lo mas adecuado, sobretodo teniendo en cuenta que a estas edades les cuesta discernir entre fantasía y realidad.
Lo que no le asusta son las chuches y los chocolates, que aunque tengan decoración fantasmagórica no les hace ascos…
Tampoco he visto necesario “venderle” la fiesta. Siempre le decimos la verdad y es complicado intentar que le guste una fiesta en que la gente se viste de fantasma o monstruo como juego pero cuyo origen era que los muertos que cruzaban a este lado no les hicieran daño. No le veo buen futuro a esa conversación.
Así que nada, este año (2017) ha caído una calabaza pequeñita de chocolate y ya veremos el año que viene cómo evolucionan los miedos. Eso sí, yo me quedo con las ganas de hacerles disfraces.
Disfrutad la noche, no os empachéis (si te viera Basulto…) y hasta el próximo post.
PD: Este post lo escribí en octubre del 2017. Este año, 2018, sí decoraremos y celebraremos algo la noche de Halloween. Aprovecharemos para contarle el origen de esta fiesta a la peque y para enseñarte nuestra decoración DIY.
A Nerea todo lo de Halloween tampoco le hacia ninguna gracia…es más la gente mayor disfrazada le da más bien miedo… pero hemos aprovechado la excusa para inventar y habia una fiesta pequeña a la que iban algunos amigos ¡todo un éxito! y si… disfrazarlos es lo más divertido.
¡Hola!Se me olvidó contestarte el otro día, que desastre…Si hubiésemos tenido alguna fiesta pequeña a la que ir igual lo hubiese intentado más, pero organizarlo en casa sin tenerlas todas conmigo de que fuese a disfrutar… prefiero esperar un año más y que lo celebremos de verdad :)Un abrazo.