Esta última semana, gracias a Madresfera, hemos estado probando las toallitas y la crema Calenduflor Baby para aliviar las irritaciones producidas por el pañal.
A principios de junio vi la posibilidad de participar y, con dos peques de piel atópica empañalados, los picores y enrojecimientos siempre se acentúan al llegar el calor, aun combinando pañales de tela y desechables, como os contaba en el post sobre los pañales Dodot, con los primeros días de calor ya le salieron granitos a la mayor y rojeces al peque y llega un momento en que dejan de resultar efectivas las cremas que les funcionan, así que siempre buscamos alternativas para poder ir cambiando. Nuestra valoración de estos productos es la siguiente:
Textura: 5 puntos sobre 5. La crema no es pringosa, ni les deja la piel blanca, es muy ligera y fácil de extender. Por su parte, las toallitas también son muy agradables al tacto, gruesas pero suaves y ni muy secas ni empapadas.
Olor: 4 sobre 5. Es algo personal, pero en el primer momento no me gustó el olor de la crema, aunque no es intenso, tiene un algo que no me acaba de convencer. El de las toallitas sí me parece muy agradable.
Calidad: 5 de 5. Nos ha ido muy bien con las irritaciones que les van saliendo ahora a los peques, aliviándoles desde el primer uso, y el cierre de las toallitas sigue pegando muy bien aun quedando menos de medio paquete.
Composición: 2 sobre 5. A pesar de funcionar muy bien, el hecho de que las toallitas incluyan en sus ingredientes phenoxyethanol, alcohol, perfume… hacen que baje su valoración, que aunque puede ser más una moda que otra cosa, si podemos evitar este tipo de químicos, ¿por qué usarlos?
En general la valoración es positiva y, con lo que nos cuesta encontrar productos que les vayan bien a los peques, los considero una buena opción.
Y ya como despedida, espero que os sea útil esta valoración y a ver si consigo retomar las publicaciones, que creo que lo he escrito en los últimos 3 post, pero es cierto que es mi intención, aunque no la compartan los dos minions que tenemos en casa y circustancias varias de la vida 😅
Un abrazo y nos vemos en RRSS o en el próximo post.
Lo prometido es deuda, así que aprovechando que se han dormido prontito los dos peques, comparto la experiencia de pintar huevos de Pascua con la mayor, de 28 meses. Espero conseguir publicarlo antes de que me pida resopón el peque y que me baste la batería del ordenador 😄
En este enlace explican de dónde viene la costumbre de regalar huevos en Pascua. Además, leí en algún sitio que esto de decorarlos se inició para conservarlos cocidos y comerlos o regalarlos el día de Pascua. Los pintados eran los cocidos y así los distinguían de los todavía crudos.
Aprovechando la primavera y gracias al post de 60 actividades para hacer en primavera con los peques, del blog ¡Mecachis mamá! recordé haber hecho esta actividad en el colegio siendo muuuy pequeña, imagino que con unos cuatro años, y me hizo ilusión llevarla a cabo con la peque.
Hola familia! Aquí estoy, intentando retomar el blog y con la cabeza llena de ideas pero días demasiado cortos, no me da la vida 😅
Esta semana os traigo una reseña del libro «El cerebro del niño», de Daniel J. Siegel, psiquiatra, y Tina Payne Bryson, pediatra y psicoterapeuta.
A lo largo del libro explican de manera sencilla y amena cómo funciona el cerebro de un niño y cómo podemos ayudarles a desarrollar lo que ellos llaman el cerebro pleno, que es el funcionamiento coordinado e integrado de las distintas zonas cerebrales, y así vivir más felices y tranquilos.
Cada capítulo está dedicado a un aspecto del cerebro y nos explica estrategias que podemos utilizar para trabajar la integración a ese nivel. Además, ejemplifica las distintas situaciones con pequeños relatos que puede vivir cualquier madre/padre.
El primer capítulo es una introducción al contenido del libro en la que se resalta la importancia de ayudar a los niños en el desarrollo de sus cerebros para que puedan «navegar apaciblemente entre las orillas del caos, por un lado, y la rigidez, por el otro».
Entre el segundo y el sexto capítulo, va detallando los aspectos a integrar en el funcionamiento cerebral y las estrategias a seguir en cada caso y termina el libro con unas conclusiones, una hoja resumen de todas las estrategias, y una guía por edades con ejemplos para los distintos tipos de integración.
Las integraciones que propone son las siguientes:
Capítulo 2: hemisferio izquierdo (lógico) y hemisferio derecho (emocional). A menor edad, mayor dominancia del emocional y resulta útil que pongan palabras y relaten la experiencia que los ha alterado y conectar con la parte emocional y, una vez conseguido, redirigir.
Capítulo 3: cerebro superior (complejo, evolucionado, racional) y cerebro inferior (simple, reptil, instintivo). El cerebro superior se construye durante la infancia y adolescencia y puede ser anulado por el inferior, sobretodo en caso de emociones intensas. En esos momentos de pérdida de control deberíamos ayudarles a conectar con el cerebro superior mediante el movimiento; activar el cerebro superior haciéndolos pensar, elegir, negociar; y en momentos de calma se puede entrenar jugando a «¿Qué harías si…?» y dejándolos tomar decisiones.
Capítulo 4: memoria explicita (lo que sabemos que recordamos) y memoria implícita (no sabemos que lo recordamos pero está ahí). Aspectos de la memoria implícita pueden entorpecer nuestro desarrollo y es necesario sacarlos a la memoria explícita para poder trabajarlos y superarlos. Propone trabajar a este nivel ejercitando la memoria y ayudándoles a hacer explícitos recuerdos implícitos.
Capítulo 5: integrar las distintas partes de uno mismo siendo conscientes de cuando se atascan en una emoción y decidiendo en qué se quieren centrar para controlar más cómo se sienten recordándoles que los sentimientos son pasajeros, ayudándoles a prestar atención a lo que sienten y ejercitando la visión de la mente mediante relajación.
Capítulo 6: el yo y el otro. Estamos biológicamente preparados para la interacción social y para sacarle partido a este aspecto debemos crear modelos mentales positivos de relaciones pasándolo bien en familia y conectando a través del conflicto, aprovechándolo como oportunidad de aprendizaje.
Tanto las partes a integrar como las estrategias que proponen para conseguirlo vienen muy bien explicadas y ejemplificadas en el libro, así que en casa nos ha parecido ideal para tener siempre presente, tanto, que la hoja resumen para la nevera está en proceso de elaboración.
¿Has leído el libro? ¿Qué te ha parecido?
Si no lo tienes todavía, puedes conseguirlo a través de Amazon en este enlace.
Vuelvo al ataque para contaros que hemos estado probando, gracias a Madresfera, los nuevos pañales de Dodot, los del anuncio de la niña con ojazos que se pregunta «¿Dónde está el pipí?» y la verdad es que nos han gustado.
En casa somos muy fans de los pañales de tela, la muchachita los llevó desde el mes de vida hasta algo mas del año y medio (le quedaron pequeños) y el muchachín está empezando a llevarlos ahora, con mes y medio, porque nos salió de muslito fino y le quedaban muy raros. Preferimos tela tanto por el medio ambiente como por la piel de los niños, que responde mejor a la tela que a los materiales de los de usar y tirar, pero siempre tenemos desechables por si no se han secado los otros o si vamos a estar mucho fuera de casa y no podremos cargar con los pañales sucios. Cuento esto porque nos costó encontrar desechables que no le irritaran la piel a la niña, que tiene la piel atópica y a la mínima se le irrita la piel, pero con estos de Dodot no hemos tenido ningún problema, ni en la piel, ni problemas de escapes, que con casi dos años y medio os podéis imaginar cómo se mueve y según el pañal que lleve terminamos cambiando toda la ropa. Tienen un tacto muy agradable, tanto por dentro como en el exterior y son muy delgaditos, incluso después de 12 horas durante la noche, abultan menos que otras marcas, queda el pipí muy repartido y como compactado, no quedan estilo pañal colgón.
Pañal del pequeño tras 12 horas No cuelga y pueden verse los 3 tubos
En cuanto a la humedad en la piel, tras 12 horas sí está húmeda, pero en los cambios normales a lo largo del día han estado bien sequitos los dos, incluso tras unas 8 horas nocturnas la mayor ha estado seca. Otros aspectos sobre los que tenemos opinión aunque no salgan en el anuncio:
Los dibujitos son guapérrimos, está la peque encantada con sus nuevos pañales.
Al papi, que no cambia más pañales porque no está más en casa, le encantan los dibujos de botoncillos en la cintura del pañal, que ayudan a dejarlo bien centrado.
También el padre de los peques encuentra que el extremo del cierre es demasiado fino y le cuesta cogerlo.
Y como última aportación del papáDodot tiquismiquis, considera que el nombre de la marca se ve muy bien en la parte posterior del pañal, cosa que lo confunde y le hace poner lo de alante atrás, su excusa es que es de la old school…
Uno de los dos modelos talla 5
En resumen, nos han gustado y nos parecen mejores que los de otras marcas y que los básicos de la misma marca por ser muy absorbentes y repartir muy bien el pipí por todo el pañal. ¿Habéis probado los nuevos Dodot? ¿Qué os han parecido?
PD: Solo hay fotos del peque llevando el pañal porque nuestra muchachita es muy pudorosa y no quiso que le hiciera foto, pero el aspecto del pañal es el mismo, solo cambian los animalitos del dibujo. Un abrazo y hasta el próximo post
Aprovecho este post para hacer oficial mi intención de retomar las publicaciones después del parón de final de embarazo – parto – postparto, que se me ha alargado más de lo que pretendía 😅 Viendo que se acercaba esta fecha, tenía que ser hoy que retomara el blog, es el día de la que escribe, Día Internacional de la Mujer, anteriormente de la Mujer Trabajadora. En esta página de las Naciones Unidas encontrarás la cronología del Día de la Mujer.
Soy mujer y, como todas, trabajo. Trabajo porque estoy viva, porque tengo una casa, una familia con la que convivo (pareja, hijos y mascotas) y una con la que no convivo a diario (madre, suegra, hermanas/os, cuñadas/os…). Tengo un blog que también lleva sus horas y esfuerzos, una profesión (fisioterapeuta) y proyectos a decenas. Como cualquier ser humano. Continuar leyendo «8 de marzo Día Internacional de la Mujer (2017)»
Ya termina un año y empieza el siguiente, la Tierra se prepara para empezar otra vuelta completa al sol, por lo que mucha gente revisa los objetivos que se planteó hace 12 meses y se siente más o menos satisfecha con ellos. Yo no soy muy de objetivos anuales, hay cosas que cambian muy rápido, decisiones que se toman durante el año que marcan y cambiarían todos esos objetivos, por lo que hacer una lista demasiado concreta no me parece útil, más bien sería fuente de frustración 😅.
Mi lista de deseos es la misma año tras año, y la misma que pienso en todas las fechas señaladas, sean fiestas oficiales tipo Navidad, o fiestas más personales como cumpleaños o aniversarios:
Que el próximo año nos podamos reunir otra vez todos los presentes.
Que seamos un poquito más felices.
Que seamos un poquito más sabios.
Que estemos sanos y con ganas de empezar una nueva vuelta al sol, una nueva estación, un nuevo mes, un nuevo día.
No sé si esta Nochevieja ya tendremos en brazos al pequeñín o si querrá cumplir las 40 semanas en mamá, o 41 como su hermana, que entonces tampoco lo tendríamos para Reyes, jeje… Lo que sí sé es que hace 365 días no entraba en nuestros planes que fuéramos a ser uno más en casa. Teníamos una niña con un año recién cumplido, que no había dormido 5 horas seguidas jamás, que hacía un mes que no iba a escuela infantil y no había pasado una semana de sus primeros pasos solita… Imaginad si han cambiado los planes y las prioridades del 31 de diciembre del 2015 a hoy.
Como el principal cambio ha sido la decisión de incorporar un nuevo humano a la familia, también han cambiado las lecturas que podía plantearme a principios del 2016 y los 3 libros que hoy os sugiero como regalo a futuras mamás son los que más me han gustado y ayudado, tanto para el embarazo, como para ganar confianza y conocimientos con vistas al parto y postparto, que aunque sea la segunda vez, siempre hay cosas nuevas que aprender y miedos que no se tenían en el primero.
Mamá come sano
Este libro, escrito por Julio Basulto, diplomado en nutrición humana y dietética por la Universidad de Barcelona, ofrece información práctica y científica, por lo tanto fiable, sobre la alimentación de la madre durante el embarazo y la lactancia y yo diría que incluso para el resto de la vida, ya que aporta mucha información que hace que te replantees ciertos hábitos alimenticios.
Desde mi punto de vista, permite tener las ideas más claras y eliminar mitos relacionados con la alimentación de la mujer en el momento del embarazo y la lactancia, pero también para mejorar, de manera sencilla y sin quebraderos de cabeza, los menús que comemos todos en casa.
Es un libro muy recomendable para evitar volvernos locas con recomendaciones contradictorias, estrafalarias, o que no cuadran con nuestro estilo de vida.
Un regalo para toda la vida
Carlos González, el autor de este libro, es padre, pediatra, fundador y presidente de la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna y responsable de uno de los consultorios de la revista Ser Padres, además de autor de varios libros sobre crianza natural. En casa nos conquistó con Bésame mucho, que leímos intentando saber si era normal nuestra hija menor de seis meses, demandante de atención, compañía y contacto 24 horas, tan diferente a lo que esperábamos tener comparándola con otros bebés y otras experiencias de paternidad cercanas. La respuesta fue que sí, que nuestra hija era y es normal y que igual lo que no es tan normal es lo que esperamos de nuestros hijos. En el caso del libro que os presento hoy, se trata de una guía de lactancia materna que, igual que el de Julio Basulto, contiene información práctica y científica sobre el tema que ayuda a desterrar mitos y, además, da algunas claves importantes para una lactancia exitosa, como que hay que variar la postura del recién nacido según la orientación de los pezones de la madre, cómo facilitar el agarre espontáneo e instintivo del bebé, una técnica para ayudar a extraer la leche a bebés que les pueda costar o en momentos en que necesites acortar la toma… Lo recomiendo si has tenido una mala experiencia previa con la lactancia, pues hace ver que lo normal para la gran mayoría de mujeres es que sea factible amamantar, o si quieres aprender más sobre lactancia, tanto para un futuro bebé, como por trabajo o por simple curiosidad.
Guía del nacimiento
Su autora es Ina May Gaskin, matrona con más de treinta años de experiencia, que dirige una casa de partos conocida como «La Granja» en Tennessee, en la que se han atendido distintos tipos de parto (presentaciones cefálica, podálica y de nalgas, desde primeros a quintos partos…) sin necesidad de intervención médica o farmacológica, sólo respetando la fisiología, los tiempos y la naturaleza humana. Su equipo cuenta con el apoyo de un hospital cercano en caso de complicaciones que precisen atención ginecológica o pediátrica, pero esos casos son mínimos, explica en su relato. El libro se divide en dos partes, la primera cuenta con más de 40 historias de parto explicadas por sus protagonistas y la segunda está relatada por la autora, es ligeramente más técnica, aunque amena y perfectamente comprensible, y cuenta el funcionamiento normal de un parto, varias acciones que pueden ayudar a la madre, y la importancia de mantener la comodidad y la confianza de ésta en su capacidad innata de tener un parto normal. Llegué a este libro a través de Armando Bastida, enfermero de pediatría, pues mi primera experiencia de parto no fue como esperaba y me entraba miedo cercano al pánico al pensar en el segundo. Este libro me ha ayudado a recuperar la confianza en mi cuerpo, en el bebé y en el mismo parto.
Espero que las sugerencias puedan ayudar a alguien y que paséis un muy feliz fin de 2016 e inicio de 2017. Hasta el próximo post 😘
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¡Hola por fin! Mi intención era publicar este post el lunes 19 y, si todo va bien, saldrá hoy viernes. Este desfase es porque tengo una niña a una pierna pegada desde hace semana y media que ya no se contenta con sentarse encima para pintar, dejándome solo una mano para escribir, sino que ahora no aguanta ni 5 minutos el que esté su madre en el ordenador… Igual intuye que está al caer el hermano, o sus dos años, o el solsticio, o la última canción del cantante de moda que no le gusta… a saber… Para qué buscar culpables si esto solo se pasa con tiempo y paciencia 😅 Si alguna está igual, acabo de ver esto, de Míriam Tirado, que por lo menos recuerda que no somos las únicas… Aprovechando que ha habido mala noche y la peque duerme pero a mí la panzona no me deja seguir tumbada (son las 7 de la mañana), me pongo aquí y ya veremos si esta noche dormimos o nos vamos de juerga flamenca 💃
Siguiendo con la temática navideña, os traigo un DIY de un arbolito navideño que hemos hecho para decorar la ventana. Igual lo habéis visto en un vídeo de 5 Minute Crafts que ahora no soy capaz de localizar, así que pondré el paso a paso en fotos.
Material necesario
Hoja de papel. La nuestra verde y tamaño A4.
Tijeras.
Pegamento para papel.
Material para decorar el arbolito. Nosotras hemos utilizado gomets redondos y en forma de estrella, también podría hacerse con pinturas, limpiapipas, pasta… Imaginación al poder.
Destrezas que se trabajan
Observación. En los más pequeños la parte de preparar el árbol previa a la decoración corresponderá al adulto, así que ellos mirarán, preguntarán, y participarán según sus posibilidades.
Psicomotricidad fina.
Fuerza prensil de los dedos.
Pinza.
Creatividad.
Elaboración
Necesitamos un cuadrado de papel doblado por una de sus diagonales. Nosotras partíamos de una hoja DIN-A4 (un folio normal), por lo que empezamos consiguiendo nuestro cuadrado.
Este paso no es imprescindible, pero a mí me gusta más saber hasta dónde cortar, por ello marqué un margen de 1,5cm en el borde más largo del triángulo, donde está doblado. Luego lo modifiqué a 0,5cm porque quedaba demasiado ancho 😄
A continuación, cortamos en paralelo a uno de los lados cortos y hasta el margen si lo hemos marcado, una seria de tiras de aproximadamente 1cm de ancho.
Una vez cortado, desplegamos y unimos las puntas del lado izquierdo con las del derecho como se ve en las siguientes imágenes ↓
Para que quedara más bonito, recorté un poco la punta superior:
Y a continuación, momento decorativos. Hay dos árboles, uno para mí y otro para la nena, que es más sencillo que entiendan lo que esperas que hagan si te ven hacerlo primero o a su lado.
Y aquí nuestros arbolitos ya colgados en la ventana pero con mala iluminación, se ve mejor en la primera foto.
Si alguien se anima a repetir manualidad en estos días de fiesta que vienen, estaremos encantados de recibirlas y, si queréis, hacemos un recopilatorio de manualidades navideñas.
Por cierto, termino el post a las 12 del mediodía porque a las 7.10 ya estaba despierta y con ganas de desayunar la muchachina, ha durado poco la primera sesión del día pero el post sale ya. ¡Lo conseguí! 😊👍💪.
Os esperamos por correo, en los comentarios y en redes sociales y, por si no me dieran las horas, ¡Feliz Navidad! 😘😘😘
Hoy os contamos otra de las actividades que hemos hecho del calendario de Adviento del blog De mi Casa al Mundo, las galletas de mantequilla, una actividad que además es Montessori totalmente al ser cocina y, por lo tanto, vida práctica. La autora enlaza la receta como las galletas de más fáciles del mundo, aunque yo diría más fáciles y más requetebuenas, ¡qué poco duraron!
La receta la tenéis pinchando en el enlace un poquito más arriba, yo os cuento lo que trabajan los peques al hacerla y cómo nos fue a nosotras, que por cierto, las hicimos sin vainilla, que tenemos familia con alergia y ya no entra en casa 😅.
Destrezas que se trabajan
Formas de medir en niños mayores: en esta receta cantidad (3 huevos) y peso (250g de harina).
Conteo en niños más pequeños: 3 huevos.
Trasvases en el momento de pesar los ingredientes.
Partes de un huevo: solo utilizamos la yema.
Fuerza de dedos, mano y muñeca con el amasado, el estirar con el rodillo y el cortar las galletas.
Creatividad al hacer las galletas: puedes usar moldes o cortarlas y decorarlas o no.
Es una introducción a la química por las transformaciones que se producen con el amasado y la cocción.
Nuestra experiencia
En otras recetas anteriores ya he comentado que a la peque le encanta pulular por la cocina y poner las manos siempre que se le deja y que no ha encontrado algo mejor que hacer, que también pasa que a veces le propongo preparar algo o ayudarme a cocinar y la respuesta es un «nooooo» rotundo.
Analizando punto por punto las destrezas que trabaja esta receta, en casa tenemos lo siguiente:
Solo tiene 2 añitos recién cumplidos, por lo que no entiende de medidas de peso ni de contar. El contar huevos no es realmente contar, repite los números que tú vas diciendo y más o menos sabe el orden hasta 10 pero no tiene todavía el concepto de cantidad desarrollado.
En los trasvases sí disfruta, los hacemos con cuchara en el momento de preparar las cantidades en cada recipiente, y directamente del recipiente pequeño al grande al mezclar los ingredientes. Siguiendo el método Montessori, lo ideal es sacar primero todos los ingredientes, hacer todas las mediciones, recoger y mezclar, recoger y cocinar.
Las partes del huevo tampoco las vemos mucho, se lo cuento y escucha pero nada más.
Mezcla con cuchara, amasa y, por primera vez, ha conseguido usar un poquito decentemente el rodillo y ha conseguido cortar y coger algunas galletas con el cortapastas.
Al ser tan peque hemos usado moldes y no las hemos decorado, pero ella ha sido la encargada de decidir dónde iba cada una de las galletas pequeñas en la llanta.
No sabiendo contar, la parte química queda en observación, que es el primer paso.
Las galletas quedaron de rechupete. La foto que encabeza el post es de las galletas ya cocidas, que nos gustan así blanquitas, pero si gustan más doradas, se les puede dar la vuelta un ratito antes de que esté cocidas, o bien pintarlas con huevo antes de hornear.
Cuando saque otro ratillo os cuento cómo hicimos nuestros árboles navideños para adornar la ventana. Espero que haya sido útil el post y os esperamos en comentarios, likes y, si nos dejáis correo electrónico, recibiréis los post sin tener que estar pendientes de las redes.
Como decía un post atrás, este mes será un poco navideño ya que estamos aprovechando para hacer actividades de Adviento siguiendo, dentro de nuestras posibilidades, el calendario propuesto en el blog De mi Casa al Mundo, que además incluye un sorteo 😊. Podéis verlo aquí por si alguien más se apunta a participar.
Para el día 5 proponían hacer estrellas Waldorf para la ventana y nos animamos, pero en lugar de la de 8 puntas, hemos hecho la versión de 6 puntas que propuso el año pasado porque es más sencilla y facilita la participación de la peque.
Su tutorial es genial y está enlazado en el párrafo anterior, así que solo os pongo las fotos de cómo lo hicimos nosotras con las primeras dobleces marcadas, que yo soy muy cafre con esto de la papiroflexia y me suele ir bien verlas 😅.
La participación de la muchachita ha sido la siguiente:
Mirar mientras yo preparaba los triángulos.
Encolar para unirlos.
Amasar la pasta para colgarlas en la venta.
Con esta participación se trabaja lo siguiente:
Observación y capacidad de atención.
Psicomotricidad fina: fuerza prensil, coordinación ojo – mano.
Y ahora nuestras fotitos del proceso:
Material: papel de colores, tijeras, pegamento, pasta o cinta adhesiva
Cuadrados de 9x9cm, son necesarios 2 por estrella
Turno de la Peque en su primera experiencia con el pegamento
Sorpresa de su madre con lo bien que lo utiliza 😂
Y hasta aquí nuestras estrellitas. Como siempre esperamos veros por aquí o en redes sociales. Un abrazo 😘
Los listones rojos, a veces conocidos por su nombre en inglés, red rods, son un material Montessori del área sensorial que se presenta sobre los 3 – 4 años (aquí puedes ver cómo se presentaría a un niño de esa edad) .
Están formados por 10 listones en madera de haya que van de 10cm a 100cm y sirven para trabajar la discriminación visual de longitud y, con ella, las matemáticas (longitud, orden, sistema decimal) y el lenguaje.En caso de tener un niño que todavía no está preparado para trabajar con este material, sigue siendo posible utilizarlos pero con un objetivo más relacionado con la psicomotricidad gruesa y, de manera secundaria, con el lenguaje y la discriminación visual de tamaño.
Cómo hicimos nuestros listones rojos
Hicimos nuestros listones rojos en el 2015, para usarlos en mi lugar de trabajo. Todavía no tenía el blog, ni siquiera en mente, así que no tengo fotos del proceso, pero no tiene mucho secreto.
Materiales y herramientas
Listón de pino de 2x2cm de lado. En total necesitamos 550cm de longitud para tener los 10 listones (100, 90, 80, 70, 60, 50, 40, 30, 20 y 10cm). La madera de pino es más barata, aunque menos resistente y menos pesada que la de haya.
Pintura acrílica roja apta para uso escolar.
Sierra para cortar los listones. También podemos pedir que nos los corten en el carpintero o en centros como Leroy Merlin.
Lija.
Elaboración
Una vez cortados y lijados los pintamos, dejar secar y listos para usar.
En la web de Tigriteando hay un tutorial más detallado.
Propuestas de trabajo para los listones rojos con niños mayores
En niños preparados para hacer la gradación completa de mayor a menor y una vez hayan conseguido hacerla repetidas veces, es posible ampliar el trabajo con otras propuestas como estas:
Cómo pueden usarlo los niños más pequeños…
Este es el resultado tras la presentación del material a nuestra peque (tenía 2 años). Queda bastante claro que no está preparada para el trabajo estándar con los listones.
Pero si lo presentamos de otra manera, para trabajar la psicomotricidad gruesa y el equilibrio… Hasta la muñeca termina aprendiendo a saltar listones.
También hemos trabajado los tamaños comparando y viendo cuál es más grande, o pidiéndole uno más grande o más pequeño que el que se le muestra.
Y aquí va un pequeño vídeo tras el momento despiporre: tropezó varias veces intentando andar de lado y al intentar enderezar de nuevo las dos líneas de listones la cosa fue empeorando y terminó haciendo estas carreras, nivel doctorado en psicomotricidad gruesa y pura inspiración suya.
Por mi parte, respetar el material no se limita a usarlo solo para lo que ha sido creado, sino a usarlo en todas las vertientes que a uno se le puedan ocurrir sin romperlo ni romper otras cosas, así que bienvenida la imaginación para usar materiales y a seguir al niño.
Uno de los materiales que se presentan una vez dominan los listones rojos son las barras rojas y azules, de las que también tenemos versión casera.
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