El método Montessori hoy en día parece estar en boca (o dedos) de muchos. Especialmente en los últimos 10 años y con el auge de pedagogías «alternativas» que ha ido creciendo por distintos motivos, cada vez pueden verse mas cursos, centros, blogs, que hablan del tema per ¿todo es Montessori?¿Todo vale?¿Todo sirve?
El método Montessori
Maria Montessori vivió entre 1870 y 1952, fue una de las primeras mujeres italianas en tener el título de medicina y posteriormente estudió antropología, filosofía y psicología experimental.
En 1898 empezó a trabajar con niños considerados «inútiles» e incapaces de aprender y mediante la observación y sus conocimientos empezó a desarrollar un método de enseñanza que seguiría creciendo, abriendo la primera Casa dei Bambini en 1907 para hijos de obreros, y en las siguientes décadas continuó trabajando en su método, cada vez con mas adeptos y colaboradores.
Ella defendía que se llamase a la metodología que estaban desarrollando Método de la Pedagogía Científica, al menos en un principio no quería que su nombre apareciese, y también quería que llegase a todos los niños del mundo sin importar su origen.
Montessori hoy
Mucho ha llovido desde esos primeros éxitos con niños supuestamente imposibles de educar hasta hoy, han avanzado los conocimientos en educación y, teóricamente, debería haber evolucionado también el método Montessori ya que, además, encontramos la palabra «Montessori» (y un interesante precio por ella) en miles de productos, formaciones y centros educativos, aunque a veces te quieran dar Montessori por liebre, como te contaba en este vídeo:
También hace años escribí sobre lo que, para mí, No es Montessori y lo que Sí es Montessori.
¿Qué me gusta del método hoy?
Tiene dirección
Las guías, como llaman a las maestras en Montessori, son eso, guías, no meras acompañantes. Eso implica que conocen el camino a seguir, saben en qué punto está el niño (qué sabe), de dónde viene (qué debería haber adquirido), a dónde va (cuál es el siguiente aprendizaje a trabajar), por qué en ese orden y, lo más importante, lo guía hacia ese siguiente punto de conocimiento.
El respeto
Las normas en Montessori son pocas pero muy claras: se respeta a las personas, el entorno y los materiales. Eso significa que hay que respetar el trabajo de los demás evitando interrumpirles, que deben tratarse bien tanto adulto-niño como viceversa o entre alumnos, que el material se usa para lo que está destinado (no se lanzan lápices, por ejemplo) y que el aula debe estar ordenada y limpia.
La responsabilidad
Cada una es responsable de ella misma, de respetar a los demás, del propio trabajo y de lo que tiene que hacer en cada momento y si algo falla ahí está la maestra para guiar en la dirección correcta.
Los materiales
No se repiten los materiales en el aula (igual si hay muchos niños sí pero no es la norma). Si uno está sumando, no puede coger ese material de sumas otro niño, se ve forzado a coger otro aunque no sea su preferido. Esto facilita el trabajo de las guías para que todos los niños avancen en todas las materias.
Son bonitos, no te voy a engañar, la bonitez me gusta, pero también, y sobre todo, me gusta que son fáciles de comprender y de, en matemáticas, por ejemplo, entender qué es una multiplicación o una división. Además, ayudan a memorizar.
Memorizan
He nombrado a uno de los jinetes del apocalipsis en algunos entornos: la memorización.
La memorización es necesaria porque si no, no recordarías el sonido de cada una de las letras que estás leyendo, ni sabrías qué significa leer, ni cuánto son 2+2 porque ni siquiera recordarías qué significa «2».
Todos memorizamos.
Todos los días.
Muchas cosas.
Ahora bien, no es lo mismo memorizar las tablas de multiplicar para repetirlas de carrerilla al maestro de turno que hacer multiplicaciones con material hasta que te estorba el material porque ya te sabes el resultado sin tener que contar.
Aprenden cosas que hay quien considera inútiles
Aprenden a leer, reflexionar sobre lo leído, extraer información relevante y elaborar un texto y/o exposición con ello; a sumar, restar, multiplicar y dividir por varias cifras; aprenden gramática y sintaxis; geometría; cálculos de áreas; historia; geografía; música; arte… Mil cosas que sé que hay quien considera que «sobran» pero a mí no me lo parece.
¿Qué no me gusta del método hoy?
Que se anclen en el pasado
Como decía al principio, la metodología Montessori surgió hace años y el mundo ha seguido girando desde entonces. Hay nuevos conocimientos, nuevos materiales y metodologías que se muestran útiles y no veo razón para cerrarse en una especie de «si Maria Montessori levantara la cabeza» porque ni siquiera todas las etapas educativas fueron desarrolladas por ella.
Un ejemplo muy simplón es el del juego simbólico: no es malo que tengan una cocinita de juguete en infantil, es parte de su desarrollo el juego de imitación que solo es juego, sin estar cocinando de verdad.
Si no pagas una formación, no sabes
Simplemente no es cierto. Hay muchos libros para leer, tanto de Maria Montessori como de sucesores, pedagogos, maestras, guías y madres. No necesitas pagar una formación para saber.
Mezclar churras con merinas (o coles con caracoles)
Cuando se quiere mezclar Montessori con Waldorf, pedagogía sistémica, Pikler, Reggio Emilia y todo lo que encuentran en el mercadillo cuqui me produce una especie de explosión neuronal.
Hay cosas no combinables.
No puedes ser guía y a la vez ser únicamente observadora.
No puedes seguir el ritmo del niño y enseñarle los fonemas de las letras cuando tienen 4-5 años y, a la vez, querer esperar a los 7 años para ello.
Ni puedes enseñar desde la ciencia y a la vez pensar que el karma o ese familiar lejano que murió hace 20 años están marcando la evolución de la criatura que tienes delante.
Sobre esto escribí también un post: ¿Encaja el trío Montessori – Waldorf – Pikler?
Usar el nombre de la metodología para aumentar los ingresos
No todo vale aquí tampoco.
Entiendo que todo el mundo tiene que ganarse el pan pero colgarle la etiqueta «Montessori» a cualquier cosa que simplemente le tiene cierto parecido (o ninguno) solo para cobrar mas… Me parece muy feo.
No existen cuqui-camas-casita-con-barrera-que-se-me-escapa-el-niño-Montessori aunque Google diga que puedes comprarla por entre 100 y 1000€. Una cama Montessori es aquella que permite al niño entrar y salir de ella, el resto es marketing.
Tampoco hay juguetes-Montessori-para-que-aprenda-mientras-juega. En Montessori hay materiales para el aprendizaje formal y adaptaciones para la vida práctica (mesa de su altura, cubiertos de su tamaño…) pero no juguetes. Eso no significa que no puedan usar juguetes, no perdamos el norte, solo que un juguete con apellido «Montessori» es sospechoso.
Conclusiones
Las distintas metodologías tienen sus ventajas e inconvenientes y todo es susceptible de contaminarse y de los intentos de convertirlo en la gallina de los huevos de oro y, como siempre, hay que informarse, leer, pensar y decidir lo que te encaja y lo que no.
Espero no haber ofendido a nadie, ya que nunca es mi intención cuando escribo y, como siempre, esta es solo mi manera de ver las cosas y siempre admite discusión y opiniones (respetuosas).
¡Feliz día!
Bravo Marina!!! no lo podría haber explicado mejor! En casa utilizamos los materiales como complemento a lo que ven en el cole y es muy enriquecedor. Implica un esfuerzo porque antes de explicárselo a ellos tengo que «estudiarlo» yo para hacerlo lo mejor posible, pero ver que pueden manipular y comprender lo que luego tendrán que memorizar estoy segura que les ayuda.
Gracias!
Nosotros ahora no complementamos mucho en casa porque usan materiales en el mismo colegio y están aprendiendo muy bien y muy a gusto, la verdad, y sí que es un trabajo extra lo de tener que aprender primero a usar los materiales, a presentarlos y luego usarlos con ellos pero si puedes hacerlo, aunque sea mas o menos, a disfrutarlo 😉